Jesús dijo: “¡Tengan cuidado! Si tu hermano peca, repréndelo; Si se arrepiente, perdónalo. “Si peca contra ti siete veces al día, y cada vez regresa y dice: “Me arrepiento”, perdónalo” (Lucas 17:3,4). Después de oír esto, los apóstoles pidieron: «Auméntanos la fe» (Lucas 17:5).
Sí, se necesita fe para perdonar. Y no es la fe en ti mismo, en tu capacidad de cambiar los sentimientos, o creer que eres lo suficientemente bueno para perdonar. Pero la fe en Jesús. La fe que reconoce que uno es amigo de Dios aún sin merecer el perdón de Dios, sino por la muerte de Jesús. Fe que sabe y se regocija al recordar que no somos consumidos por la ira de Dios debido a su maravillosa gracia, su misericordia.
Con esta fe, don de Dios, podréis perdonar siete veces, o setenta, o setenta mil veces, como el mismo Padre hace con vosotros.
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Oración: Padre querido, ayúdame a cuidar de mi hermano, mostrándole su error para que se arrepienta y viva, como Tú lo haces conmigo. Fortalece mi fe en Jesús para que siempre esté dispuesto a compartir tu perdón. Amén.