-Jueves 04, de diciembre-
Dios dispone
‘Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza’ (Jeremías 29:11).
Reza un dicho famoso, “El hombre propone, pero Dios dispone”.
Un ilusionista famoso quería hacer un acto espectacular que desafiara las leyes de la naturaleza. Se propuso encender su ropa con fuego como si fuera una antorcha humana para luego saltar desde un puente hasta entrar en las aguas del río y así extinguir las llamas alrededor de su cuerpo.
Para estar listo tuvo que consultar con un experto en pirotecnia y una experta clavadista. Una de las lecciones que aprendió el ilusionista durante su capacitación es que las llamas se arrebatan y el calor del fuego sube cuanto más sopla el viento, incrementado así la probabilidad de fuertes quemaduras y hasta la muerte. En condiciones perfectas, y para evitar todo peligro, el ilusionista (o sea, la antorcha humana) solo cuenta con unos 20 segundos desde que se enciende la ropa hasta entrar al agua.
Los planes se hicieron. Todo estaba listo para el gran evento. Pero luego vinieron los fuertes vientos y todo se canceló. El hombre propone, pero Dios dispone. Y menos mal que así fue porque estos planes del ilusionista en realidad no eran nada sabios. Nuestros planes no siempre son los más prudentes.
La buena noticia es que los planes de Dios para nosotros son mucho mejores que nuestros propios planes. Por medio de Su profeta Jeremías, Dios le proclama esta bella promesa a un pueblo que vive y sufre en el exilio bajo el yugo del imperio de Babilonia. Vivían con poca esperanza en su liberación y el retorno a sus tierras. Sus planes de tener una vida más digna y libre habían sido frustrados en el exilio. Los anima Dios, diciéndoles: “Sólo yo sé los planes que tengo para ustedes. Son planes para su bien, y no para su mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza” (v. 11).
Nadie puede frustrar lo que Dios dispone hacer por Sus hijos e hijas. Sus planes son perfectos. En su plan de salvación, Dios nos ha enviado a su Hijo Jesucristo para librarnos del yugo del pecado, el diablo y la muerte. Jesús es nuestro sumo bien y nuestra bella esperanza.
Dios misericordioso, reconocemos que nuestros planes no siempre son buenos. Ayúdanos a poner nuestra esperanza en Jesús y en Tus planes para nuestras vidas. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué sientes cuando tus planes no prosperan?
* ¿Qué te enseña el dicho “el hombre propone, pero Dios dispone”?
Profesor Leopoldo Sánchez


