-Viernes 05, de diciembre-
¡Llegó la luz!
Vengan ustedes, los de la casa de Jacob; caminemos a la luz del Señor (Isaías 2:5).
Recuerdo de niño en Panamá, donde las lluvias constantes causaban frecuentes apagones. Durante el día no había tanto problema como por la noche. Recuerdo que buscábamos y encendíamos algunas velas para tener un poco de luz. Todos reunidos en la casa, sin poder hacer mucho, solo esperar. Era muy difícil caminar o encontrar las cosas, nos tropezábamos con todo y también sentíamos temor.
Eso produce la oscuridad, temor, confusión, impotencia. Pero lo mejor de todo era cuando llegaba la luz, y todo se iluminaba. Todos gritábamos de alegría “llegó la luz”. ¡Qué gran alivio! Así es la luz de Dios en nuestras vidas. Vivimos en un mundo lleno de tinieblas: miedo, confusión, pecado y desesperanza. Pero Dios nos llama a caminar en Su luz, a vivir con la certeza de Su verdad y Su presencia.
Isaías, en su tiempo, vio cómo su pueblo se alejaba de Dios, confiando en alianzas con pueblos paganos y cayendo en la idolatría. Pero en medio de esa oscuridad espiritual, Dios le mostró una visión de esperanza: un día, todas las naciones acudirían al monte del Señor, buscando Su enseñanza y Su paz (Isaías 2:1-4). Frente a esa visión gloriosa, Isaías hace un llamado: “Vengan ustedes, los de la casa de Jacob; caminemos a la luz del Señor”.
Este llamado sigue vigente. Durante el tiempo de Adviento, nos preparamos para la venida de Cristo, la luz del mundo (Juan 8:12). El Señor nos invita a caminar en Su luz, a vivir guiados por Su Palabra, rechazar las tinieblas del pecado y reflejar Su amor en nuestras vidas diarias.
Adviento nos recuerda que la luz ha venido y que la luz vendrá nuevamente. Mientras esperamos, caminamos con una gran esperanza, confiando en Su dirección y compartiendo Su amor con un mundo que aún está en tinieblas.
Señor, en un mundo de oscuridad, Tú eres nuestra luz. Enséñanos a caminar en Tu verdad, a vivir en Tu luz y a reflejar Tu amor. Que este Adviento sea un tiempo de preparación en el que nuestros corazones anhelen más de ti. Ayúdanos a seguirte fielmente y a ser luz en nuestro entorno. Amén.
Para reflexionar:
* ¿Qué áreas de tu vida necesitan ser iluminadas por la luz de Dios en este Adviento?
* ¿Cómo puedes ayudar a otros a encontrar la luz de Cristo en medio de su propia oscuridad?
Rev. Lincon Guerra


