A ocho manos

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A veces tenemos muchas cosas que hacer, sobre todo las mujeres tendemos a cargarnos con demasiadas cosas. Yo soy una de esas mujeres. Me gusta hacer de todo, estar activa, por más que después me queje, cuando estoy a las corridas estoy contenta, hasta creo que funciono mejor con un poco de ese estrés. Claro, que a veces me paso.

Me levanto muy temprano y quiero cumplir con todo, a veces pienso que debería tener ocho manos.

Hoy es uno de esos días como diríamos, de locos, pero acá estoy, muy tranquila en la cocina tomando mate y charlando con Dios, porque este momento a la mañana es sagrado para mi. Es el momento en que cargo mis pilas, caliento motores, me organizo, después habrá tiempo para correr.
Por más cosas que tengas que hacer, tomate tu tiempo para relajarte, organizarte, charlar con Dios, pensar.

Dice la Biblia: “Por mucho que uno se preocupe, ¿Cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?” Mateo 6:27.