-Martes 16 de diciembre-
Un Mensaje de Alegría
Pero el ángel les dijo: ‘No teman, que les traigo una buena noticia, que será para todo el pueblo motivo de mucha alegría’ (Lucas 2:10).
Las mejores “buenas noticias” son aquellas que recibes en el momento menos esperado, cuando estas ocupado en tu diario vivir y de pronto te llega ese mensaje. Tal vez una oferta de trabajo que no esperabas, la sanidad de un ser querido o el reencuentro con alguien que creías perdido. Al principio te llenas de asombro, incredulidad e incluso temor, pero en cuanto procesas la noticia, la alegría inunda tu corazón.
Algo similar sucedió aquella noche en los campos de Belén. Los pastores estaban en su rutina diaria, vigilando sus rebaños, cuando de repente el cielo se iluminó y un ángel apareció con un mensaje extraordinario: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo” (Lucas 2:10 RVR1960).
Desde hacía siglos, el pueblo de Israel esperaba la venida del Mesías. Profetas como Isaías y Miqueas habían hablado de Él, pero la espera fue larga y, en muchos momentos, difícil. Sin embargo, aquella noche, de manera inesperada, en la oscuridad de un campo olvidado, Dios envió el anuncio más importante de la historia a un grupo de humildes pastores.
Los pastores, considerados socialmente insignificantes, fueron los primeros en escuchar la proclamación del nacimiento de Cristo. Dios no eligió reyes ni sacerdotes para recibir esta noticia, sino a los sencillos y marginados. Esto nos recuerda que el Evangelio no es solo para los poderosos o los sabios, sino “para todo el pueblo”.
El tiempo de Adviento nos invita a reflexionar sobre esta gran alegría. No es un gozo superficial basado en circunstancias pasajeras, sino el gozo eterno de saber que Dios ha cumplido Su promesa. En un mundo lleno de tristeza, la Navidad nos recuerda que en Cristo encontramos paz, seguridad y un gozo que nada ni nadie puede arrebatar.
Señor, gracias por darnos las buenas noticias de salvación en Cristo. Llena nuestro corazón con el gozo que solo Tú puedes dar y ayúdanos a compartir esta alegría con los demás. Que en este Adviento vivamos con gratitud y esperanza, recordando que en Jesús tenemos vida y paz. Amén.
Para reflexionar
- ¿Qué obstáculos pueden estar impidiéndote experimentar el gozo de Dios en esta temporada?
- ¿Cómo puedes compartir las buenas noticias de Cristo con alguien que necesita esperanza y alegría en esta Navidad?
Pastor Lincon Guerra, Predicador de Para El Camino


