¿Qué te hace perder el sueño? ¿Peleas, culpa, pesadez de conciencia, dificultades económicas, sufrir injusticias, incertidumbre sobre el futuro? El poeta bíblico, incluso frente a situaciones difíciles, exclamó: “Cuando me acuesto, duermo en paz”. Y su sueño tranquilo no significaba que todo estuviera resuelto, o que fuera rico y tuviera en abundancia.
Él explica: “Porque sólo tú, Señor, me haces vivir confiado” (Salmo 4:8). Dios es nuestra seguridad: con Jesús, la vida es verdadera y eterna. En él hay descanso. Con Jesús, Dios mismo pone la felicidad en nuestros corazones. Y amados, dormimos en paz.
Oración: Jesús, pon la felicidad de la salvación en mi corazón. Y dame un sueño tranquilo, seguro en ti. En tu nombre. Amén.
Lea en la Biblia: Salmo 4