Devociones de Cuaresma

Lunes, 12 de junio.

La mirada de Dios

¿Hacia dónde mira Dios? Sabemos que no mira hacia arriba, ya que no hay nadie encima de él. Él es el Señor de señores, el Dios Altísimo que habita en luz inaccesible. También sabemos que no mira para al lado, porque no hay nadie que lo iguale. Él es el Creador Supremo y todo lo demás que existe es el resultado de su obra creadora. Entonces, ¿Dónde mira Dios?

La respuesta es simple: Dios mira hacia abajo. Pero no con una mirada de desdén, de desprecio, de orgullo, como suele ser la mirada humana. Muy al contrario, es una mirada de amor, de gracia y de compasión. Quien también nos enseña sobre esto es María, la madre de Jesús. Poco después de recibir la noticia de que estaba embarazada del Salvador, María cantó un hermoso himno de alabanza, anunciando la grandeza de Dios que, aun habitando en una luz inaccesible, se acordó de María, su humilde sierva, y, en su gracia, la exaltó.

Es a través del fruto del vientre de María que Dios nos mira a todos y, lleno de gracia, nos bendice. Sí, porque es el hijo de María que lleva en sí la salvación del mundo entero. En Jesús, Dios mismo se abaja haciéndose como uno de nosotros y nos eleva a los brazos del Padre. Durante toda tu vida mantén esta certeza en tu corazón: Dios se acuerda de ti y te mira con amor y gracia.

Oremos: Querido Dios, qué maravilloso es saber que tus ojos se posan en mí y que en Jesús me perdonas, iluminas y guías. Fortalece esta fe en mi corazón. Amén.

Lectura: Lucas 1: 46-55