Para tener éxito en cualquier deporte, necesitas entrenar mucho. En los discursos de los atletas, siempre se destaca la dedicación al entrenamiento. Para las batallas de la vida, para mantener la salud espiritual, es necesario entrenar el oído. A diario escuchamos palabras que pueden desviarnos y darnos falsas esperanzas. Nos vemos tentados a aplicar palabras y profecías extrañas que satisfacen nuestros deseos, pero que nos desvían. «Pero si alguien, ya sea nosotros o un ángel del cielo, les predica un evangelio diferente del que les hemos predicado, sea maldito» (Gálatas 1:8), aconsejó el apóstol Pablo. El mejor entrenamiento para la vida es escuchar la Palabra de Dios. Así que, ejercita el oído, la mente y el corazón. Después de todo, Jesús dijo: «Bienaventurados los que escuchan el mensaje de Dios y lo obedecen» (Lucas 11:28).
Lea Gálatas 1.6-10 en su Biblia
Oración: Jesús, gracias por hablarnos y revelarnos tu amor y cuidado a través de la Biblia. Dame ánimo para escuchar tu voz a diario. En tu nombre. Amén.