Si todavía tienes dudas de que creer en Jesús es una tontería, mira lo que Jesús dijo a sus discípulos: “Todos os odiarán por ser mis seguidores, pero el que permanezca firme hasta el fin, se salvará” (Marcos 13:13). ¿Qué persona sería lo suficientemente “loca” como para elegir seguir a un líder que advierte que el odio y el sufrimiento vendrán? ¿Quién, en su sano juicio, o usando la razón y el sentido común, decidiría tener tal fe? Nadie. Es el Espíritu de Dios mismo el que nos da esta fe, el que nos transforma de no creyentes en seguidores de Jesús. Él nos vuelve “locos”, haciéndonos escuchar la buena noticia, dándonos la mirada de la eternidad: el que permanezca firme hasta el final se salvará. Tontos salvados, ni siquiera el odio, el desprecio o la persecución pueden quitarnos la paz y el gozo de la vida. Locos salvados, afrontamos los días malos con humilde resignación, mirando al futuro, al regreso de aquel que nos garantizó la vida. Una locura, esperamos.
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Oración: Jesús, gracias por darme fe en ti. Mantenme firme en tus promesas, incluso en medio de las tribulaciones. Amén.