Algunos se desvelan o madrugan para ver los Juegos Olímpicos o un mundial de futbol. Pero a medida que la vida en México continúa, con las dificultades diarias para conseguir comida y techo, muchos solo se enteran de los resultados de los olímpicos o del mundial de futbol al despertar al día siguiente. Así, mientras dormimos, sucede mucho más: nuestro cuerpo y nuestra mente descansan, las plantas siguen creciendo en los campos y Dios continúa amándonos. Dios, «el protector de Israel, nunca dormita ni duerme» (Salmo 121:4). Mientras dormimos, Él sigue obrando para nuestro bien y nuestra paz. Así, cada día, nos despertamos para presenciar las maravillosas obras que Dios preparó mientras dormíamos.
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Oración: Señor Jesús, gracias por seguir actuando a favor de toda la creación, incluso mientras dormimos. Dame descanso diario bajo tu protección. En el nombre de Jesús. Amén.