Qué bueno es recibir un abrazo, lo extrañamos, ¿No?
Posiblemente no sólo hoy estemos necesitados de un abrazo. En la vida tomamos caminos difíciles y al cabo de ellos nos damos cuenta que estamos solos y desamparados. Es ahí donde nos falta que alguien nos ayude, alguien que nos abrace.
En la Biblia hay una historia que cuenta Jesús que se conoce como la parábola del hijo pródigo, pero que en realidad se debería llamar “Parábola del Padre que perdona a su hijo”.
¿Por qué digo esto?, porque lo que Jesús quiere enseñar es que Dios Padre siempre está dispuesto a recibir a su hijo que se alejó de Él. Siempre lo espera para darle ese cálido abrazo que tanto anhela.
¿Estás necesitando de ese abrazo? ¿te has alejado de Dios por caminos difíciles? Dile que lo necesitas, reconoce que te equivocaste. No importa lo oscuro de tu vida o lo alejado que estés. Él te está esperando para darte el perdón por medio de lo que Jesús hizo por ti en la cruz. Así como Jesús murió con los brazos abiertos para pagar por mi pecado y también por el tuyo, así también Dios Padre te espera con los brazos abiertos para darte ese cálido abrazo que necesitas más que nada en el mundo.
Oración: Padre Celestial, reconozco que soy pecador, abrázame con el perdón que ha logrado Jesús al morir por mí en la cruz. Amén
Lea en la Bíblia: Lucas 15:20