Pérdida de un ser querido

La fidelidad

La pérdida de un ser querido es una de las pruebas más dolorosas que podemos experimentar en esta vida. El vacío que deja la ausencia de una persona amada puede parecer insuperable, pero la Palabra de Dios nos asegura que no estamos solos en el dolor. A través de Su Espíritu Santo, Dios nos ofrece consuelo, incluso en medio del sufrimiento. En momentos de tristeza, cuando el dolor parece arrollarnos, recordemos que Dios está con nosotros. El Salmo 34 nos dice:

 

“El Señor está cerca de los que tienen quebrantado el corazón; él rescata a los de espíritu destrozado”

Salmo 34:18 NTV

 

Aunque la pérdida nos deje una herida profunda, podemos encontrar consuelo en la certeza de que Dios está con nosotros dándonos paz y esperanza para enfrentar el dolor.

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