Jueves, 22 de agosto
Dios nos creó libres
«¿Por qué Dios no controla al hombre para que no sea tan malo?». Cuando Dios nos creó, no tenía en mente un grupo de robots, con una voluntad controlada y sin iniciativa propia. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza. El ser humano es la obra maestra de la creación. Por eso Dios nos dotó de razón, de creatividad, de una inteligencia superior a la de todos los demás seres creados, para que el hombre pudiera reinar sobre la creación. Dios creó al hombre con el poder de elegir. Pero a menudo elegimos hacer lo incorrecto.
Tenemos el impulso en el corazón de hacer lo que está mal ante el Señor. Esto comenzó en la creación, cuando Adán y Eva comieron del árbol de la ciencia del bien y del mal. El pecado nos alejó de Dios. Y para remediarlo, Dios envió a Jesús, su Hijo, para que muriera y resucitara por nosotros. De este modo, Jesús nos concede el perdón de los pecados y volvemos a estar cerca de Dios. Por eso, creamos siempre en Cristo y confiemos en su perdón.
Oremos: Oh Dios, que enviaste a tu Hijo a morir por nosotros, gracias por darnos la libertad de pensar y actuar. Queremos actuar siempre según tu voluntad. Perdónanos cuando nos equivocamos y actuamos mal. Amén.